Esta experiencia está dirigida a estudiantes con y sin discapacidad (sordos, ciegos, discapacidad cognitiva, movilidad reducida, talla baja, oyentes, entre otras). Muestra que la inclusión es posible, que se presenta como un asunto cotidiano, si se respetan las particularidades de los estudiantes, si se tiene en cuenta las diversas formas de ser y estar en el mundo. Esta experiencia enfatiza la importancia de reconocer al otro, bajo el enfoque de las capacidades propuesto por Martha Nussbaum, y poder ofrecer estrategias que promuevan el gusto y placer por leer y escribir, identificando formas y dándo oportunidades para que puedan salir adelante. En este sentido, la inclusión es ofrecer las condiciones apropiadas para cada uno, creando un mundo mejor para todos.